Ha habido que esperar al 18 de marzo de 2014 para que, en un acto concebido ex profeso en el Paraninfo de la Universidad, sus nombres salieran a la luz y fuesen conocidos, porque sólo así, con nombres y apellidos a la luz del día, es posible alcanzar y ofrecerles la mínima reparación que merecen. No ocultaré la emoción que personalmente me produjo el descubrimiento por el profesor Alberto Lesarri de lo sucedido con el Dr. Arturo Pérez Martín, decano que fue de la Facultad de Ciencias y al que se rindió un justo reconocimiento - la primera vez que se hacía - en noviembre de 2013. Hoy su nombre ya no figura en solitario como ocurrió entonces. Forma parte de una lista inmensa, que incluyo aquí para que se conozca y se valore en su justa dimensión. El dibujo y el poema de Manuel Sierra y la magnífica conferencia de Josep Fontana, recordando lo que fue el esfuerzo educativo desplegado en España en la primera mitad de los años treinta, contribuyeron a fortalecer esta voluntad de reconocimiento y respeto. Nunca hasta entonces en el Paraninfo resonaron frases como esas.
Seguramente faltan más nombres, lo que justifica la necesidad de proseguir en las investigaciones que permitan calibrar en su justa medida la magnitud de la tragedia. Pero el paso dado en la tarde de hoy no ha sido baladí. Hay que agradecer al Dr. Marcos Sacristán Represa, rector de la Universidad de Valladolid, el que esta puerta, tapiada hasta ahora, se abriera para que la luz despeje la sordidez de las tinieblas asociadas a la crueldad y a la injusticia que derivan de la desmemoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario