17 de noviembre de 2013

Lecciones extraídas de la basura acumulada


Si siempre se sacan lecciones de las situaciones de conflicto, no cabe duda que lo sucedido en la ciudad de Madrid a lo largo de los días - 13 en total -  vividos con la basura en las calles, los empleados de la limpieza viaria en huelga, el poder municipal a la deriva hasta que la situación corría riesgos graves y la negociación planteada en términos de resistencia por parte de los trabajadores, sindicalmente organizados, ha proporcionado dos advertencias claves, una vez resuelto. Dos advertencias que seguramente han de tener gran resonancia en España, lo que convierte a la huelga de la limpieza en Madrid - "rompeolas de todas las Españas" (A.Machado) - en un suceso de fuerte impacto estratégico hacia el futuro y a gran escala, pues rebasa los límites del escenario estricto donde se ha producido: 

La primera de ellas pone en evidencia los problemas inherentes a la privatización de los servicios públicos, cuando éstos se prestan mediante acuerdos con la administración responsable que tienden a la baja temeraria de los presupuestos concertados con las empresas concesionarias, lo que, como se ha visto, tiende a redundar inevitablemente en el recorte de plantillas y en el deterioro de la calidad del servicio. El mito de la eficiencia basada en la privatización de los servicios públicos, enarbolado obsesiva, intencionadamente y sin pruebas por los gobernantes madrileños, ya del Ayuntamiento o de la Comunidad Autónoma, ha saltado definitivamente por los aires. 

Y la segunda se ha traducido en la postura adoptada por la ciudadanía, que, pese a las incomodidades que la basura acumulada en la calle implica, no ha mostrado protesta o animadversión hacia los trabajadores, que, por lo que se ve, han suscitado más respaldo que rechazo. No parece que la imagen de la alcaldesa Botella Serrano haya resultado tan bien parada en la percepción por parte de la sociedad madrileña. Arrogancia, torpeza, insensibilidad y dejación de responsabilidades han sido sus herramientas de gestión, las mismas que acostumbra ante los problemas que se le presentan. Durante su mandato en el gobierno municipal se ha convertido en el  paradigma de la ineptitud, en el contraejemplo más palmario de lo que ha de ser un alcalde, un político, digno de tal nombre y responsabilidad.

En estos tiempos de recortes, de depauperaciones y empobrecimientos masivos, de escándalos impunes y de privilegios tan inmerecidos como cuestionados, la sociedad, harta y desencantada, se inclina a favor de los que menos tienen y más sufren. La solidaridad se acrecienta frente a la vulnerabilidad de quienes además no son responsables del desastre pero sí sus principales víctimas. Quizá no lo haga con la proclamación explícita de apoyo que la gravedad requiere, pero, desde luego, a lo que no está dispuesta es a que empresas - las de la contrata de limpieza en Madrid- que en lo que va de año han obtenido 1.600 millones de euros de beneficio, manden a la  calle a cerca de 1.200 trabajadores, necesarios para que el servicio se cumpla, o les rebajen el sueldo un 40 % cuando sus salarios netos apenas superan, en el mejor de los casos, los 1.200 euros.

1 comentario:

  1. ¿Por qué unas huelgas o, mejor dicho, "conflictos laborales" tienen mayor resonancia en los medios de comunicación que otros? Eso ocurre incluso dentro del mismo tipo de servicio. Sé que en Málaga ha habido varias huelgas de basureros hace poco y, sin embargo, no han tenido tanto eco en la prensa nacional, casi ninguno. ¿Por qué? Salud(os), Fernando.

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